sábado, 18 de mayo de 2019

El Arte de Escribir

15 errores frecuentes en la redacción de un texto.
La sintaxis, la gramática, el estilo… Son aspectos que debemos tener muy presentes a la hora de redactar un texto y que, sin embargo, relegamos frecuentemente a un segundo plano. El contenido es tan importante como la forma en que lo exponemos a lo largo de un texto. Por ello, es importante detectar nuestros errores más comunes en la redacción, con el claro objetivo de encontrar su solución. ¿Comenzamos?
1. En ocasiones abusamos de la coma, con el objetivo de facilitar la lectura. Es incorrecto separar el sujeto del predicado con este signo ortográfico, ya que complicamos la oración.
2. Generamos discordancias entre sujeto y predicado, sobre todo con sujetos que hacen referencia a un conjunto de individuos.Ejemplo a evitar: son gente honesta y se comportan como tal. Correctamente sería: es gente honesta y se comporta como tal.
3. Utilizamos de forma incorrecta el llamado infinitivo introductor, como si este fuera una forma independiente de cualquier persona gramatical. En lugar de ello, es preferible hacer uso de una perífrasis verbal (unión de dos verbos con un mismo sujeto). Ejemplos:“comenzar agradeciendo a los asistentes su presencia, ya que supone un esfuerzo haber llegado hasta este punto”. ➝ “Nos gustaría comenzar agradeciendo a los asistentes su presencia, ya que supone un esfuerzo haber llegado hasta este punto”.
4. Abusamos de la negación.
5. No somos coherentes con el uso de un mismo sujeto a lo largo del texto. Por ejemplo, “soy consciente de la problemática estudiada” no concuerda con una expresión como “según citamos en el texto” o una conclusión como “la investigación determina que…”
6. Tampoco debemos alejar el verbo del sujeto.
El contenido es tan importante como la forma en que lo exponemos a lo largo de un texto
7. Cada párrafo no debería sobrepasar las 10 líneas. Por lo general, deberemos exponer una idea por párrafo.
8. ¿Y si evitamos el uso de “florituras” y expresiones excesivamente complejas? Escribir debería de convertirse en la búsqueda del equilibrio: si bien cometemos con frecuencia el fallo de trasladar las expresiones orales y coloquiales al terreno de la narración, tampoco es correcto complicar los textos en exceso. Las oraciones deben ser sencillas y entendibles.
9. Al hilo de esta última idea: hacemos un uso limitado de nuestro vocabulario, siendo en muchas ocasiones repetitivos. Para evitarlo, basta con detectar si hemos repetido algunas palabras en concreto y buscar sinónimos.
10. Por otra parte, también abusamos de los comodines, con conceptos como “la cuestión” o “el asunto”. Ejemplo a evitar: “es necesario recalcar la importancia de una cuestión como el correcto uso de la ortografía”. Sería preferible: “es necesario recalcar la importancia del correcto uso de la ortografía”.
11. Debemos huir de los anglicismos. Si la palabra en cuestión tiene su correspondiente traducción al español, es preferible utilizar siempre esta última ➝ ¿Recibiste mi e-mail correctamente? Mejor: ¿recibiste mi correo electrónico correctamente?
12. ¿Conoces las cacofonías? Son las combinaciones de sonidos que durante la lectura no suenan de forma armónica. En ocasiones escribimos sin reparar en la persona que posteriormente leerá el texto, lo que produce que puedan aparecer cacofonías a lo largo del mismo.Ejemplo: “Ya son años trabajando en la construcción con motivación y perfección”.
13. No es aconsejable abusar de las mayúsculas. Deberían limitarse a los nombres propios y el comienzo de las oraciones. El uso inadecuado de las mismas puede interpretarse como un grito hacia el lector.
14. En un texto, los números deben escribirse preferiblemente con letra, en lugar de cifras. A excepción de los decimales o números excesivamente grandes. Ejemplo: “diez mil personas asistieron a la manifestación por la libertad”, en lugar de “10.000 personas asistieron a la manifestación por la libertad”.
15. Y por último, las abreviaturas: no todos conocemos qué significan, por ejemplo, unas siglas utilizadas en el texto. Es recomendable escribir el término completo la primera vez, con la abreviatura entre paréntesis, y a partir de entonces ya hacer uso de la misma.

miércoles, 18 de enero de 2017

Análisis literario...

Como toda ciencia, arte o técnica, la literatura maneja una serie de términos privados a los cuales les da significado especial.
    Para leer a cabalidad una obra literaria se requiere analizarla, lo cual significa penetrar en su universo y desmenuzarla cuidadosamente a fin de reconocer los diversos aspectos que la conforman. Este trabajo complejo permite evaluarla demostrando sus calidades.
    Cuando examinamos una obra literaria ponemos especial atención en:
 


  • El argumento y el tema

  •    
     
     
        Al finalizar el desmembramiento de la obra, conoceremos cuáles fueron los recursos usados, qué intención abrigó el autor al redactarla, cuáles eran sus preferencias y habilidades para la elaboración estructural del universo interno del texto literario. En este momento el lector puede interpretar el anhelo del artista y proceder a juzgar si consiguió plasmar a través del arte verbal su objetivo.
    Argumento
    Desde la época clásica se considera que una narración literaria debe contar con ciertos componentes indispensables. Estos componentes son personajes, universo interno, estructura, forma, estilo. Para ubicar cada uno de estos componentes, el camino más fácil consiste en redactar de manera sintética el argumento, es decir, el contenido de la obra.
        Cuando un lector cuenta lo ocurrido en una obra (es decir, lo que pasó en la obra), ya sea relato, teatro y aun, poesía, inconscientemente incorpora cada uno de los componentes antes mencionados. Por ejemplo, el argumento de Pedro Páramo, la novela del mexicano Juan Rulfo, podría escribirse así:
    El joven Juan, hijo de Dolores Preciado y Pedro Páramo, regresó a Comala porque prometió a su madre agonizante que iría a cobrarle a su padre el abandono en que los tuvo por más de veinte años.
        Pedro Páramo fue cacique de Comala; cuando Juan llegó, ya había muerto y con él, el pueblo. Sucedió que Pedro, desde niño, amaba a Susana San Juan y sólo pudo desposarla cuando ella había enloquecido por la pérdida de Florencio, su marido. El poderoso cacique se entregó al cuidado de la enferma. Cuando ella murió, los comaleños olvidaron el dolor de su amo y festejaron al santo patrón. Pedro juró vengarse y dejó que el pueblo se hundiera en las epidemias y el hambre. Por eso Juan sólo encontró un lugar en ruinas habitado por fantasmas quienes, desde sus tumbas, reviven sus amores, sus rencores y sus crímenes. Espantado por los murmullos del pueblo, Juan sucumbió al terror y se convirtió en otro fantasma.
    De inmediato es posible reconocer algunos de los componentes enunciados:
     
       
     
     
    Otros componentes se descubrirán al leer la obra completa; sin embargo, el argumento ha mostrado lo esencial de este relato literario.
    Personajes
    En el desarrollo de una obra, los personajes se distinguen por la importancia de sus actuaciones. Los que mayor gravitación tengan serán protagonistas y antagonistas. Si su fuerza de acción disminuye pasarán a ser principales, secundarios, de marco, colectivos y de ausencia.
        El autor, según sus necesidades, trazará la figura de cada personaje. Habrá ocasiones en las que consiga perfilar un personaje secundario con tanta habilidad que éste se vuelva imprescindible y quede en la memoria del lector con mayor fuerza que elprotagonista. Por ejemplo en la novela El astillero, del uruguayo Juan Carlos Onetti, el protagonista, Larsen, el "juntacadáveres", es un aventurero cínico y fanfarrón, con poses de galán cinematográfico que logra enamorar a Angélica Inés, hija de Jeremías Petrus, dueño del astillero. Cuando el viejo Petrus, personaje secundario, es denunciado por estafa y la fábrica va a la quiebra, Larsen descubre cómo su suegro aceptó la boda para responsabilizarlo del robo; así, queda recordado por su perfidia.
        Los escritores otorgan al protagonista y al antagonista toda la fuerza; de ellos dependen tanto la historia como el carácter de los demás personajes. Inclusive, del talento del protagonista arranca el clima emocional de la historia.
        En la novela Los memoriales de mamá Blanca, de la venezolana Teresa de la Parra, la autora evoca su infancia transcurrida en la hacienda familiar "El Tazón", lugar donde ella y sus cinco hermanitas disfrutan la libertad de jugar en los campos, bañarse en los ríos y cabalgar al cuidado de sus criadas y de la institutriz. Los peones, limpios de corazón, acompañan el paraíso infantil. La protagonista, espontánea, tierna y humorista determina el ambiente jovial; los demás personajes comparten el ánimo campestre.
        En los relatos clásicos el "héroe" --casi siempre protagonista-- y el "antihéroe" --o antagonista-- tienen toda la importancia. El ecuatoriano Juan León Mera publicó Cumandá, un drama entre salvajes. La obra se inspiró en la tradición indigenista iniciada con Atala por el francés Chateaubriand. En Cumandá, esta india hermosa escapa de su tribu cuando sabe que la sacrificarán. El español Carlos Orozco  la recoge y el padre Domingo bendice su unión; pero los indios de la tribu persiguen a la pareja para vengarse matando al español. Cumandá se entrega a la furia de su tribu. Cuando agoniza llegan Orozco y el padre Domingo. Una india vieja reconoce a éste último como padre de la bella recién muerta. En esta novela son evidentes los papeles protagónicos contrarios.
        En el relato contemporáneo el héroe pierde esta calidad; a veces, ni siquiera existe un protagonista definido; en cambio se le reemplaza con un grupo de personajes igualmente importantes. El mexicano Carlos Fuentes trazó en su novela La región más transparente, un fresco de la sociedad mexicana de la década de los cincuenta, cuando todos, ricos y pobres, han traicionado los ideales de la revolución y se debaten entre la industrialización del neocapitalismo y la nostalgia de lo que fue la antigua civilización. Se aprecia en la obra la ausencia de un protagonista a la manera clásica. Los personajes que se nombran tienen el mismo nivel de importancia. Ninguno destaca sobre los demás.
        Hay otros casos en los que el personaje colectivo desaparece y ocupa su sitio un ser impersonal quien absorbe el interés del relato. Este ser, que reacciona como humano, en realidad no lo es. Puede ser una selva, una mina, un jardín, un río o, como en la novela del argentino Manuel Mujica Lainez, Una casa:
        La casa de "sesenta años de edad" está siendo demolida. Conforme va muriendo, a cada golpe de martillo, evoca mediante un monólogo, los momentos importantes de su historia. Fincada en la elegante calle Florida, la habitó una familia opulenta y poderosa quien la ordenó con refinamiento europeo. Sobrevivió el hijo enfermo y loco. Dos criadas ambiciosas ejecutan su muerte y se apoderan de la mansión. La desvalijan, chacharean sus joyas y esculturas y, finalmente, rematan el solar. Los fantasmas de los dueños pasean por el sitio despidiéndose de la que fuera su morada brillante y frívola.
    Universo interno
    El texto literario encierra un circuito de comunicación entre emisor (narrador) y receptor (lector) vinculado mediante el universo interno de la obra.
        El universo interno lo crea el autor a su arbitrio, de acuerdo con sus conocimientos y experiencias. El autor es el auténtico soberano, únicamente se somete a las exigencias lógicas de la historia en sí; pero, dentro de dicho universo puede alargar o acortar los acontecimientos, comenzar por el final, introducir otros relatos, modificar el transcurrir del tiempo, brincar épocas, alterar retratos de personajes, apegarse o no a la realidad porque él rige ese universo.
        Cuando un lector se interesa por una obra, si el universo interno de ésta se encuentra bien trazado, el lector penetra en ese mundo totalmente ficticio y el circuito de comunicación se cierra. A su vez, el lector debe estudiar lo indispensable para reconocer los distintos momentos históricos, comprender las variantes provocadas por las diversas situaciones geográficas, interpretar las modificaciones de conducta derivadas de los núcleos sociales.
        El lector será capaz de acoger el mensaje estético enviado por un autor si en aquel se dan las condiciones culturales, sociales y psíquicas requeridas en cada caso. Este lector ideal --o "lector virtual", según la lingüística-- será capaz de valorar los recursos técnicos empleados, la estructura manejada y el sentido del mensaje contenido en la propia obra.
    Estructura
    Estructura en general
    A lo largo de la historia humana se han repetido cerca de 31 temas artísticos. La habilidad del escritor descansa más en la novedosa forma de presentación que en la variedad del asunto. A partir del boom latinoamericano, cuando sus integrante se inspiraron en los grandes narradores ingleses y norteamericanos, la estructura cobró importancia especial en la narrativa. A los modernos les importa mucho lo que cuentan; pero también les interesa la forma en que organizan los elementos de la narración.
        Los escritores, apoyados en la libre rectoría de su universo respetarán el orden preestablecido de los elementos estructurales conocidos como planteamiento, nudo, clímax, desenlace o los modificarán, aumentando o eliminando párrafos según las necesidades de su historia. Tomemos como ejemplo una de las fábulas del guatemalteco Augusto Monterroso titulada "El paraíso imperfecto", donde el planteamiento y el nudo se han eliminado:
    - Es cierto -dijo mecánicamente el hombre, sin quitar la vista de las llamas que ardían en la chimenea aquella noche de invierno--; en el Paraíso hay amigos, música, algunos libros; lo único malo de irse al Cielo es que allí el cielo no se ve.
    Definiciones:
    Planteamiento: Se llama también "exposición". Con él se conoce la situación general en que se dará el suceso central y la caracterización de los participantes; aquí se esboza el problema con los respectivos presupuestos de la acción. Son los datos necesarios para entender la acción de la obra; por ejemplo, la descripción del ambiente, una explicación de la circunstancia inicial, la relación entre los personajes, el tiempo y el lugar.
    Nudo: En esta etapa se entrecruzan los hilos de las historias de los personajes, complicando una situación problemática. Puede ser una acción, una decisión o la revelación de algo que cambia la dirección de la obra.
    Clímax: Es el momento culminante, el resultado del nudo. Es el momento de máxima tensión entre fuerzas. Generalmente una de estas fuerzas es el hombre, la otra parte puede ser la naturaleza, lo sobrenatural, otros hombres o el yo interno.
    Desenlance: Se pone fin al conflicto, casi siempre restituyendo el equilibrio de la situación. Es la parte que presenta las consecuencias finales del clímax. Angulos de presentación
    Dentro del universo de la historia el escritor tiene la posibilidad de presentarla desde distintos ángulos; los más conocidos son el narrador omnisciente y el narrador desde un punto de vista en primera persona.
        El narrador omnisciente se coloca en un mirador alto y desde allí conoce todos los acontecimientos que ocurren en la historia. Sabe lo pasado y lo porvenir. Es una especie de entidad divina que puede ver y oír a los personajes y por eso se entera de lo que sienten y piensan. El brasileño Joaquín María Machado de Asís escribió una historia titulada Entre Santos. En esta historia el párroco de una iglesia observa cómo, por las noches, los santos de su iglesia bajan de sus peanas y se sientan a conversar acerca de los fieles que los visitaron durante el día. Una de tales veces, San Francisco de Sales cuenta lo ocurrido a un usurero llamado como él. Esta manera de explicar los hechos es la técnica que se ha denominado como narrador omnisciente.
    -- Rezó, y yo veía su pobre alma, en que la esperanza se trocaba en certeza intuitiva. Dios tenía forzosamente que salvar a la doliente ante mi intercesión, y yo había de interceder; así pensaba mientras rezaba. Y luego siguió hablando, para confesar que ninguna otra mano que la del Señor podía atajar el golpe. Su mujer iba a morir... iba a morir... a morir. Y repetía la palabra sin salir de ella. Cuando fue a formular la promesa no podía: no hallaba vocablos, ni siquiera aproximados, por la falta de costumbre que de dar  tenía. Al fin salió la petición: su mujer se moría y me rogaba que intercediese por su salvación; pero la promesa no salía, pues desde que su boca iba a pronunciar la primera palabra, la garra de la avaricia se lo impedía. Que la salvase... que intercediese por ella. Ante los ojos tenía la pierna de cera y la moneda que le iba a costar. Luego no vio la pierna, sino sólo la moneda de oro puro, mejor que los dos candelabros de mi altar, que no son sino dorados. Adonde quiera que se volviese la veía girando en torno suyo, y con los ojos la palpaba, recibiendo la sensación fría del metal y hasta dándose cuenta del relieve del cuño. Era la misma; la vieja amiga de sus años, compañera suya día y noche.
        La súplica de sus ojos era ahora más intensa, y puramente voluntaria; los vi alargarse hacia mí; lleno de contrición, humillación y desamparo. Y su boca decía palabras sueltas --Dios, ángeles del Señor, llagas benditas--, palabras lacrimosas y trémulas, como para pintar con ellas la sinceridad de su fe y la inmensidad de su dolor. Lo único que no salía era la promesa de la pierna. A veces, ante el horror que le causaba la idea de la muerte de su mujer, temblaba y estaba a punto de formularla, pero la moneda de oro se interceptaba, hundiéndola en su corazón.
    En la actualidad se usa mucho la técnica del narrador que trabaja desde un punto de vista. Aquí, el narrador, que vive en el universo interno de la obra, ignora lo que sienten y piensan los personajes; puede deducir, por sus actuaciones, que asumirán cierta conducta, pero sabe tanto como el lector de lo que sucederá en la historia.
        El escritor que usa esta técnica "involucra" al lector porque lo obliga a penetrar en el universo interno y, al mismo tiempo, como le presenta las cosas desde diferentes ángulos, todos parciales, le da libertad para que construya su propio enfoque. Esta técnica, que no es nueva, sino reutilizada, fue manejada por Edgar Allan Poe en el siglo pasado. La adoptó de la antigua "novela gótica" al cuento corto. A partir de entonces se usa preferentemente en las historias de suspenso, de espantos, de terror y policiacas.
        El mexicano Vicente Leñero creó un cuento llamado "¿Quién mató a Agatha Christie?", en él actúan protagonistas de las novela de la autora, juntamente con parientes y amigos de ella. He aquí un fragmento de la historia donde nadie sabe con certeza lo que habrá de pasar:
    Cuando al fin Poirot accedió a hablar sobre la escritora, ambos amigos se encontraban sentados a la mesa del comedor bebiendo sendas tazas de un chocolate espeso que el propio detective había preparado en menos de siete minutos.
        -- ¿Y qué hay del libro sobre miss Marple? --preguntó repentinamente Poirot.
        -- También lo tiene el editor, pero aún no entra en prensas. Y según me informó David Holloway, el del Daily Telegraph, la anciana está dudando en publicarlo. Teme que miss Marple cumpla sus amenazas.
        -- Maldita solterona --exclamó Poirot golpeando la servilleta contra la mesa y haciendo que Japp, sorprendido, derramara el chocolate. Era natural el sobresalto: el inspector nunca había oído a su amigo referirse a miss Marple en tales términos; sabía que la odiaba, lógicamente, por celos profesionales, porque Agatha Christie solía desplazarlo desde sus novelas para hacer intervenir a la gruñona y sagaz viejecita en quien los críticos habían visto un desdoblamiento de la propia autora, y aunque Poirot era y seguiría siendo el personaje más importante de la obra de Christie, la complejidad de los casos encomendados a miss Marple, y la brillantez con que los había resuelto, estaban acrecentando en los últimos años la fama de la solterona en demérito de la de Poirot. Todo eso lo sabía Japp, pero nunca imaginó que su amigo, contratriando su natural circunspección, se atreviese a manifestarlo abiertamente.
        Lo hizo ante Japp: primero con esa exclamación y luego a lo largo de una perorata en la que Poirot censuró los procedimientos ridículos de miss Marple y la injusticia que la autora cometía al decidir dar muerte a él, al famoso Hércules Poirot, en esa novelucha titulada Telón.
        -- Pero recuerde también que decidió matar a miss Marple -- atemperó el inspector Japp--. Al menos el fallo resulta así equitativo.
        -- Con la diferencia de que Telón estará en las librerías dentro de dos semanas, como usted mismo lo ha dicho, y de que quizá nunca se publique El canto del cisne de miss Marple.
        -- Si no se publica será sólo porque miss Marple amenazó con matar a dame Christie --dijo Japp.
        -- Esa es la trampa --replicó Poirot.
        Un largo silencio invadió a los dos amigos. Japp buscó en los ojos de Poirot una pista que lo llevara hasta sus pensamientos, pero el detective rehuyó discretamente la mirada, al tiempo que se levantó de la mesa para ir en busca de un paquete de sus queridos cigarrillos rusos. Ofreció uno a Japp, que el inspector rechazó cortésmente con un ademán, y tras de encender y dar una larga fumada al que se llevó a los labios, Poirot rompió el silencio.
        -- La muerte de un personaje de novela es siempre relativa --rezonó tranquilo--. Muere cada vez que el lector cierra el libro y vive cada vez que lo abre.
        -- Pero eso no disculpa a dame Christie a perpetrar un acto criminal tal alevoso como éste --interrumpió Japp.
        -- La muerte de los humanos, en cambio --continuó Poirot como si no hubiera escuchado al inspector--, es real, definitiva. Cuando mueren, ya sean víctimas de una enfermedad o de un crimen, mueren para siempre, sin remedio. Por eso temen tanto al final y por eso cualquier amenaza en ese sentido los lleva a cometer barbaridades, a renunciar incluso a sus propias convicciones y querencias.
        -- ¿Se refiere usted a las amenazas de miss Marple contra dame Christie? --preguntó Japp.
        -- Hablo en general --dijo Poirot y dio una larga fumada a su cigarrillo ruso.
    Tiempo En la narrativa tradicional el relato se ceñía al tiempo cronológico a fin de que lo sucedido transcurriera como si fuera algo apegado a la vida real; sin embargo, poco a poco se fueron modificando las historias hasta llegar al momento presente donde el autor maneja el tiempo como materia maleable. Lo deja fluir o lo detiene; lo condensa o lo alarga; relata hechos que sucedieron hace siglos como si ocurrieran simultáneamente. El tratamiento temporal que presenta el autor en alguna obra es índice de su actitud, pero también determina y revela el mundo interior de los personajes.
        En una de sus más populares historias, el argentino Julio Cortázar mezcla dos hilos argumentales ocurridos a enorme distancia temporal, pero él traslapa los hechos a fin de romper la cronología. Hasta el final del cuento el lector capta el virtuoso manejo del tiempo. La historia se llama "Todos los fuegos el fuego":
    Tantea bajo la mesa hasta encontrar cigarrillos, pone uno en los labios de Sonia, acerca el suyo, los enciende al mismo tiempo. Se miran apenas, soñolientos, y Roland agita el fósforo y lo posa en la mesa donde en alguna parte hay un cenicero. Sonia es la primera en adormecerse y él le quita muy despacio el cigarrillo de la boca, lo junta con el suyo y los abandona en la mesa, resbalando contra Sonia en un sueño pesado y sin imágenes. El pañuelo de gasa arde sin llamas al borde del cenicero, chamuscándose lentamente, cae sobre la alfombra junto al montón de ropas y una copa de coñac. Parte del público vocifera y se amontona en las gradas interiores; elprocónsul ha saludado una vez más y hace una señal a su guadia para que le abran paso. Licas, el primero en comprender, le muestra el lienzo más distante del viejo velario que empieza a desgarrarse mientras una lluvia de chispas cae sobre el público que busca confusamente la salida. Gritando una orden, el procónsul empuja a Irene siempre de espaldas e inmóvil. "Pronto, antes de que se amontonen en la galería baja", grita Licas precipitándose delante de su mujer. Irene es la primera que huele el aceite hirviendo, el incendio de los depósitos subterráneos; atrás, el velario cabe sobre las espaldas de los que pugnan por abrirse paso en una mesa de cuerpos confundidos que obstruyen las galerías demasiado estrechas. Los hay que saltan a la arena por centenares, buscando otras salidas, pero el humo del aceite borra las imágenes, un jirón de tela flota en el extremo de las llamasy cae sobre el procónsul antes de que pueda guarecerse en el pasaje que lleva a la galería imperial. Irene se vuelve al oír su grito. Le arranca la tela chamuscada tomándola con dos dedos, delicadamente. "No podremos salir", dice, "están amontonados ahí abajo como animales". Entonces Sonia grita, queriendo desatarse del abrazo ardiente que la envuelve desde el sueño, y su primer alarido se confunde con el de Roland que inútilmente quiere enderezarse, ahogado por el humo negro. Todavía gritan, cada vez más débilmente, cuando el carro de bomberos entra a toda máquina por la calle atestada de curiosos. "Es en el décimo piso", dice el teniente. "Va a ser duro, hay viento del norte. Vamos."


  • La originalidad de presentación
  • La claridad de exposición
  • La habilidad del autor para sorprender nuestras expectativas
  • La importancia que la obra tiene dentro de la historia literaria de la humanidad
  • El ambiente espectral de Comala
  • Los sentimientos de Pedro, Juan, Dolores, Susana, personajes de
  • este universo interno irreal
  • (Más info:  http://leeresgenial-roxie.blogspot.com.ar/2010/06/analisis-literario-ejemplo.html )
  • jueves, 3 de diciembre de 2015

    Figuras Retoricas

    Las Figuras Retóricas o Figuras Literarias son mecanismos que alteran el uso normal del lenguaje con el fin de obtener un efecto estilístico.
    Las Figuras Retóricas ayudan a captar la atención, sorprenden por su originalidad y poseen un gran poder sugerente y persuasivo permitiendo una comunicación más eficaz.
    Las Figuras Retóricas no solamente se emplean en el lenguaje literario sino también en el periodístico, el publicitario, el político entre otros. También las usamos en el lenguaje cotidiano sin apenas darnos cuenta:
    • ¡Te lo he dicho un millón de veces! → estamos utilizando una Hipérbole.
    A continuación exponemos las distintas figuras literarias o retóricas existentes en la literatura española, muy utilizadas por los poetas, y que es imprescindible conocer para mayor entendimiento del lenguaje poético y literario.
    Alegoría
    Se denomina alegoría a la correspondencia prolongada de símbolos o metáforas. Consiste en traducir un plano real, A, a un plano imaginario, B, a través de una serie ininterrumpida de metáforas.
    Ejemplo:
    Nuestras vidas son los ríos
    Que van a dar en la mar...
    Allí van los señoríos
    Allí los ríos caudales
    Allí los otros medianos...

    Símil o comparación
    Figura retórica que consiste en relacionar dos términos entre sí para expresar de una manera explícita la semejanza o analogía que presentan las realidades designadas por ellos. Esa relación se establece, generalmente, por medio de partículas o nexos comparativos: “como”, “así”, “ así como”, “tal”, “igual que”, “tan”, “semejante a”, “lo mismo que”, etc.
    Ejemplos:
    “Murmullo que en el alma
    se eleva y va creciendo,
    como volcán que sordo
    anuncia que va a arder”

    “Y todo en la memoria se rompía,
    ”tal una pompa de jabón al viento.

    “... la calle abierta como un ancho sueño...
    Eres como el viento tibio de los arenales.
    ...simple como una lámpara...”
    Personificación o prosopopeya
    Consiste en atribuir características humanas a animales o seres inanimados, como ocurre en las fábulas, cuentos maravillosos y alegorías. En los autos sacramentales aparecen ejemplos de personificación alegórica: la culpa, la sabiduría, la gracia, etc. También se aplica el término al hecho de representar una cualidad, virtud o vicio a partir de determinados rasgos de una personalidad que se convierte en prototipo: así Don Juan es la personificación del seductor.
    Tipos de prosopopeyas son la animación: atribuir a seres inanimados cualidades de los animados; la animalización; atribuir a seres humanos características de los seres irracionales; y la cosificación: atribuir a los seres vivos cualidades del mundo inanimado.
    Ejemplos:
    Los invisibles átomos del aire
    en derredor palpitan y se inflaman;

    Sólo se oirá la risa blanca de las estrellas
    Persiguiendo a las sombras por todos los caminos.

    ... el viento de la noche gira en el cielo y canta...
    ... y el agua se desliza presurosa y alegre por las piedras...
    ...el viento me habla de ti...
    Hipérbole
    Figura retórica consistente en ofrecer una visión desproporcionada de una realidad, amplificándola o disminuyéndola. Es exageración.  El poeta desea dar a sus palabras una mayor intensidad o emoción.
    La hipérbole se concreta en el uso de términos enfáticos y expresiones exageradas. Este procedimiento es utilizado con frecuencia en el lenguaje coloquial y en la propaganda. En esta última se produce una comunicación encomiástica desmesurada con el fin de provocar en el oyente la adhesión a su mensaje en el que todo se revela como “excepcional”, “extraordinario”, “colosal”, “fantástico”, etc.
    Ejemplos:
    “Tengo un sueño que me muero”
    “Érase un hombre a una nariz pegado:
    érase una nariz superlativa;
    érase una nariz sayón y escriba;
    érase un pez de espada muy barbado.”

    "Tanto dolor se agrupa en mi costado /que, por doler me duele hasta el aliento.”
    Si no regresas pronto a mi lado, moriré desangrado.
    Hipérbaton
    Es alterar el orden gramatical en una oración. Es un procedimiento expresivo que afecta el nivel sintáctico, y que consiste en invertir el orden gramatical de las palabras en la oración y la ilación lógica de las ideas para darle más belleza a la expresión (en vez de escribir sujeto-predicado el poeta prefiere usar predicado-sujeto). (“Formidable de la tierra bostezo” por  “formidable bostezo de la tierra” verbo al final, como en latín: “sus quejas imitando”, etc.), tanto en prosa, como, sobre todo, en verso. Con el hipérbaton se cambia también el orden lógico en la comunicación de las ideas.
    Ejemplos:
    Yo  quisiera escribirlo, del hombre
    domando el rebelde, mezquino idioma.

    por «domando el rebelde, mezquino idioma del hombre»
    Cerca del Tajo, en soledad amena,
    De verdes sauces hay una espesura.

    por «hay una espesura de verdes sauces»
    “Herido está mi corazón / de tanto sufrir por ti.”
     “En la ladera de un cerro por mi mano tengo plantado un huerto”

    UN RELAX LITERARIO Y YA SEGUIMOS:
     
    (Ciudad de México, 1914 - id., 1998) Escritor mexicano. Junto con Pablo Neruda y César Vallejo, Octavio Paz conforma la tríada de grandes poetas que, tras el declive del modernismo, lideraron la renovación de la lírica hispanoamericana del siglo XX. El premio Nobel de Literatura de 1990, el primero concedido a un autor mexicano, supuso asimismo el reconocimiento de su inmensa e influyente talla intelectual, que quedó reflejada en una brillante producción ensayística.


     Bajo tu Clara Sombra 
    Un cuerpo, un cuerpo solo, un sólo cuerpo
    un cuerpo como día derramado
    y noche devorada;
    la luz de unos cabellos
    que no apaciguan nunca
    la sombra de mi tacto;
    una garganta, un vientre que amanece
    como el mar que se enciende
    cuando toca la frente de la aurora;
    unos tobillos, puentes del verano;
    unos muslos nocturnos que se hunden
    en la música verde de la tarde;
    un pecho que se alza
    y arrasa las espumas;
    un cuello, sólo un cuello,
    unas manos tan sólo,
    unas palabras lentas que descienden
    como arena caída en otra arena....

    Esto que se me escapa,
    agua y delicia obscura,
    mar naciendo o muriendo;
    estos labios y dientes,
    estos ojos hambrientos,
    me desnudan de mí
    y su furiosa gracia me levanta
    hasta los quietos cielos
    donde vibra el instante;
    la cima de los besos,
    la plenitud del mundo y de sus formas. 


    MÁS FIGURAS...

    Antítesis o contraste
    Contrapone dos ideas o pensamientos; es una asociación de conceptos por contraste (amor-odio, blanco-negro, etc.). El contraste puede ser por oposición de palabras (antónimos), frases de significado contrario, etc.
    Ejemplos:
    A florecer las flores madrugaron.
    Y para envejecerse florecieron;
    Cuna y sepulcro en un botón hallaron.

    El día y la noche me traen tu fresco perfume de regreso a casa.
    El odio y el amor reinan miserablemente nuestras vidas.
    Reiteración o anáfora
    Es una repetición de palabras al principio de un verso o al principio de frases semejantes para recalcar alguna idea.
    Ejemplos:   
    ¿Soledad, y está el pájaro en el árbol,
    soledad, y está el agua en las orillas,
    soledad, y está el viento en la nube,
    soledad, y está el mundo con nosotros,
    soledad, y estás tú conmigo solos?

    Blanca, blanca, blanca como la nieve...
    ...vuela pájaro azul, vuela, vuela..
    Ironía
    Expresión de lo contrario a lo que se piensa de tal forma que por el contexto, el receptor puede reconocer la verdadera intención del emisor.
    Ejemplos:
    ¿Y quién duda de que tenemos libertad de imprenta?
    ¿Que quieres imprimir una esquela de muerto;
    más todavía, una tarjeta con todo tu nombre y
    tu apellido bien especificado? Nadie te lo estorba.

    Aliteración
    Es una repetición de dos o más sonidos iguales o parecidos en varias palabras consecutivas de un mismo verso, estrofa o frase.
    Una torrentera rojiza rasga la roca...
    Asíndeton
    Figura que afecta a la construcción sintáctica del enunciado y que consiste en la omisión de nexos o conjunciones entre palabras, proposiciones u oraciones, para dar a la frase mayor dinamismo. Esta ausencia de nexos confiere al texto una mayor fluidez verbal, al tiempo que transmite una sensación de movimiento y dinamismo o de apasionamiento, y contribuye a intensificar la fuerza expresiva y el tono del mensaje.
    Ejemplos:
    Rendí, rompí, derribé,
    Rajé, deshice, prendí...

    Acude, corre, vuela,
    traspasa la alta sierra, ocupa el llano,
    no perdones la espuela

    Encabalgamiento
    Es el desajuste producido en una estrofa al no coincidir la pausa morfosintáctica con la pausa métrica de un verso. Esto ocurre cuando el sentido de una frase no queda completo en el marco de dicho verso (al que se denomina encabalgante) y continúa en el verso siguiente (encabalgado), de forma que la pausa versal del primero rompe unidades sintácticas estrechamente vinculadas.
    Énfasis
    Término de origen griego (empha-sis, de emphaino: hacer ver) con el que se designa una figura retórica que se produce cuando el emisor enuncia, de forma alusiva y sugerente, un mensaje del que se sobreentiende más de lo que se dice y cuyo sentido pleno depende del contexto y de la intensidad y entonación con que suele resaltarse dicho mensaje.
    Oxímoron
    Figura literaria consistente en la unión de dos términos de significado opuesto que, lejos de excluirse, se complementan para resaltar el mensaje que transmiten.
    En la figura que se llama oxímoron, se aplica a una palabra un epíteto que parece contradecirla;  así los gnósticos hablaron de una luz oscura;  los alquimistas, de un sol negro; los poetas, de un silencio atronador.
    Polisíndeton
    Término griego (poly – sindeton: muy atado) con el que se denomina una figura literaria caracterizada por usar más conjunciones de las necesarias, para dar a la frase una mayor solemnidad, en marcado contraste con el procedimiento habitual de vincular únicamente los dos últimos elementos de ella. Utilizado intencionadamente como recurso estilístico, el polisíndeton confiere al texto una sensación de lentitud, intensidad de expresión y, en algunos casos, de solemne gravedad.
    Ejemplos:
    “Ni nardos ni caracolas
    tienen el cutis tan fino,
    ni los cristales con luna
    relumbran con ese brillo.”

    Repetición
    Figura retórica consistente en la reiteración de palabras u otros recursos expresivos, procedimiento que genera una relevancia poética. En todo poema aparecen elementos reiterativos con esa función: ya sea el acento, las pausas, la aliteración, el isosilabismo, la rima o el estribillo, etc.
    Sinestesia
    Procedimiento que consiste en una transposición de sensaciones, es decir, es la descripción de una experiencia sensorial en términos de otra.
    Ejemplos:
    “Que el alma que hablar puede con los ojos
    también puede besar con la mirada.”

    “Sobre la tierra amarga
    caminos tiene el sueño. . .”

    “¡Qué tristeza de olor de jazmín!”
    Soneto
    Poema formado por catorce versos, distribuidos en cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos. Su rima es constante; en los cuartetos puede ser de dos clases: abrazada (ABBA – ABBA), o bien, alterna o cruzada (ABAB – ABAB); en los tercetos puede presentar dos o tres rimas, distribuidas de forma variable, aunque las más frecuentes han sido las de tipo CDC – DCD y CDE – CDE
    Elipsis o elipse
    Supresión de un elemento de la frase, sobreentendido por el contexto (sin perjuicio de la claridad), dotándola de brevedad, energía, rapidez y poder sugestivo. Aporta rapidez e intensidad.
    Ejemplos:
    A enemigo que huye, puente de plata
    Por una mirada, un mundo;
    por una sonrisa, un cielo;
    por un beso. . . ¡yo no sé
    qué te diera por un beso!

    Epíteto
    Es el adjetivo, que colocado delante del sustantivo expresa una cualidad innecesaria o inherente de alguna persona o cosa con fines estéticos
    Ejemplos:
    “el terrible Caín”,
    “la blanca nieve”
    Verde prado, blanca nieve, rosadas mejillas,...
    Onomatopeya
    Consiste en imitar sonidos reales por medio del ritmo de las palabras. Variedad de la aliteración que imita sonidos de la naturaleza.
    Ejemplo:
    El kikirikí del gallo me despertó
    Paradoja
    Unión de dos ideas contrapuestas. Es una antítesis superada porque une ideas contradictorias por naturaleza, en un mismo pensamiento.  Tras la aparente contraposición, hay un sentido profundo.
    Ejemplos:
    Vivo sin vivir en mí
    Y tan alta vida espero
    Que muero porque no muero

    La noche sosegada,
    en par de los levantes de la aurora,
    la música callada,
    la soledad sonora,
    la cena que recrea y enamora.

    ¡Oh, soledad, que a fuerza de andar sola
    se siente de sí misma compañera!

    Perífrasis (circunlocución o circunloquio)
    Dice con un rodeo de palabras lo que podría decirse con menos o hasta con una sola.
    Ejemplos:
    Allí los ríos caudales,
    allí los otros, medianos
    y más chicos;
    allegados, son iguales

    «los que viven por sus manos (por los artesanos) y los ricos.»
    «Doméstico es del Sol nuncio canoro» (por el gallo)
    Alusión
    Es la perífrasis que hace referencia a persona o cosa conocida sin nombrarla.
    Ejemplos:
    Aquél sólo me encomiendo,
    aquél sólo invoco yo
    de verdad,
    que en este mundo viviendo,
    el mundo no conoció
    su deidad

    Y cuando llegue el día del último viaje,
    y esté al partir la nave que nunca ha de tornar. . .

    Eufemismo
    Es la perífrasis que se emplea para evitar una expresión penosa u horrenda, grosera o malsonante. Forma de expresión amable para ocultar o disimular algo desagradable o tabú.
    Ejemplos:
    Le señaló la puerta (por echarlo de casa)
    Pasó a mejor vida (por morir)
    Sarcasmo
    Es la ironía misma cuando pasa al tono amargo o mordaz, cruel, insultante.
    Ejemplos:
    Gocemos, sí; la cristalina esfera
    gira bañada en luz: ¡bella es la vida!
    ¿Quién a parar alcanza la carrera
    del mundo hermoso que al placer convida?
    Brilla radiante el sol, la primavera,
    los campos pinta en la estación florida:
    Truéquese en risa mi dolor profundo. . .
    Que haya un cadáver más ¿qué importa al mundo?

    Metonimia
    Es la sustitución de un término por otro, fundándose en relaciones de causalidad, procedencia o sucesión existentes entre los significados de ambos términos.
    Es cuando se da a un objeto el nombre de otro por una relación de causa u origen. Según los diferentes modos de contigüidad, se producen diversos tipos de metonimia.
    Esta aparece:
    a) Cuando se designa una causa por medio de su efecto:
    - “Ana fue la alegría de la fiesta” (fue la causa de la alegría de la fiesta).
    b) Cuando se alude al efecto por medio de la causa:
    - “Le hizo daño el sol” (le hizo daño el calor producido por el calor del sol).
    c) Cuando se denomina un objeto por medio del lugar donde produce o de donde procede:
    - “Un Rioja, un Jerez, un Ribeiro” (una botella de vino de Rioja).
    d) Cuando se designa a un pintor, escritor, soldado, torero, etc., por medio del instrumento que maneja:
    - “Es un gran pincel”; “tiene una pluma incisiva” (escritor agudo); “es el corneta del regimiento”; “es un buen espada” (torero).
    e) cuando se menciona una obra por el autor de la misma:
    - “En el Museo del Prado hay varios Rubens” (varios cuadros de Rubens).
    f) Cuando se designa una característica moral por medio de una realidad física:
    - “No tiene corazón” (es una persona sin sentimientos).
    g) Cuando se emplea el signo para designar la cosa significada:
    - “La media luna dominó España” (los árabes).
    La metonimia, como la metáfora, la alegoría y el símbolo, son tropos literarios que tienen en común el basarse en la sustitución de términos que implican una traslación o desplazamiento del significado. Lo que diferencia esencialmente a la metonimia de la metáfora es que, en la metonimia esa traslación se produce dentro del mismo campo semántico (causa-efecto, obra-autor, etc.), mientras que en la metáfora se produce entre términos cuyos conceptos pertenecen a campos distintos: río-vida; mar-muerte; dientes-perlas, etc.
    Sinécdoque
    Tipo de metonimia basada en una relación cuantitativa: el todo por la parte, la parte por el todo, la materia por el objeto.
    Ejemplos:
    El mundo se reirá de ti.
    El hombre es un ser mortal.
    Un rebaño de cien cabezas.
    El hombre fue hecho de barro.
    El salón se inquietaba.
    Talaron la madera de la región.
    Apóstrofe
    Dirigir apasionadamente la palabra a seres animados o inanimados o cosas personificadas, en tono exclamativo, fuera de la estructura de la oración.
    Ejemplos:
    Navega, velero mío…
    Conversión
    Consiste en repetir una misma palabra varias veces al final de cada oración, verso o estrofa.
    Epanadiplosis
    Una frase o un verso empiezan y terminan del mismo modo.
    Ejemplos:
    Verde que te quiero verde
    Juego de palabras
    Diversificación de significados en algunas palabras a lo largo de la frase o verso. Utilizar un mismo significante con dos significados distintos.
    Ejemplo:
    Mora que en su pecho mora
    Paralelismo
    La anáfora se denomina paralelismo cuando la repetición es casi total, con una leve variación final.
    Paranomasia
    O paronomasia. Situar cercana dos voces de parecido significante, pero de distinto significado.
    Reduplicación
    Es la repetición de una palabra al principio o dentro de una oración.
    Retruécano
    Cuando una frase está compuesta por las mismas palabras que la anterior, pero invertidas de orden o función.
    Epífrasis
    Ampliación de una unidad sintáctica completa añadiendo un elemento complementario. Puede entenderse también, desde el punto de vista semántico, como adición de ideas complementarias a un pensamiento que parecía cerrado: “Con dolorido cuidado, degrado, pena y dolor, parto yo, triste amador, d’amores, que d’amor” (Jorge Manrique).
    Sinatroísmo
    Acumulación coordinante de términos semánticamente complementarios (y gramaticalmente equivalentes).
    Para que se entienda mejor, leer atentamente esta composición:
    “A las aves ligeras, leones, ciervos, gamos saltadores, montes, valles, riberas, aguas, aires, ardores, y miedos de las noches veladores (...)”. La frase está extraída de un texto del escritor San Juan de la Cruz.
    Interrupción
    Corte brusco del hilo del discurso, generalmente debido a perturbación producida por la emoción. Como muestra, una oración escrita por César Vallejo: “Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!”.
    Gradación
    Enumeración de miembros oracionales (sinónimos, a veces) dispuestos en orden, creciente o decreciente, en relación a diferentes valores significativos: intensidad, etc.
    Ejemplo:
     “allí los ríos caudales, allí los otros medianos e más chicos”.
    Pleonasmo
    Esta figura pertenece a las denominadas figuras gramaticales. El pleonasmo consiste en una construcción gramatical con elementos superfluos o redundantes, cuya justificación debe ser intensificar o adornar la expresión, como en la popular frase “lo vi con mis propios ojos”: “Temprano madrugó la madrugada”, de Miguel Hernández. Definido en forma simple: Palabras innecesarias que refuerzan la idea.
    Epínome
    O continuación. Repetición del mismo enunciado o verso(s) a lo largo del texto.
    Ejemplos:
    En las esquinas grupos de silencio/
    a las cinco de la tarde,/
    ¡y el toro solo corazón arriba!/
    a las cinco de la tarde./
    Cuando el sudor de nieve fue llegando/
    a las cinco de la tarde,/
    cuando la plaza se cubrió de yodo/
    a las cinco de la tarde,/
    la muerte puso huevos en la herida
    a las cinco de la tarde.

    García Lorca.
    Geminación
    Figura que consiste en la repetición inmediata de una misma palabra (o corta secuencia de palabras) en cualquier posición (inicial, final o interna) de un verso o cláusula sintáctica.
    Ejemplo:
    Vuelta, vuelta, mi señora,
    que una cosa se le olvida

    Romancero.
    Paronomia
    Utilización de palabras semejantes en la forma pero de distinto significado
    Ejemplo:
    Muy tardón en la misa y abreviador en la mesa
    Enumeración
    Acumulación de elementos diversos de forma caótica o desordenada o bien como gradación ascendente o descendente.
    Ejemplos:
    En polvo, en humo, en aire, en sombra, en nada.
    Reduplicación
    Repetición inmediata de palabras
    Ejemplos:
    Abenámar, Abenámar,
    Moro de la morería...
    Concatenación
    Repetición en serie de palabras que terminan y comienzan frases o versos.
    Ejemplos:
    Todo pasa y todo queda
    Pero lo nuestro es pasar
    Pasar haciendo caminos
    Caminos sobre la mar

    Repetición diseminada
    Repetición de palabras como hilo conductor del poema o texto
    Ejemplos:
    Podrá faltarme el aire, el agua, el pan, sé que me faltarán. El agua, que es del sediento...
    Anadiplosis
    Se repite la última parte de un grupo sintáctico o de un verso al principio del siguiente.
    Ejemplos:
    Ideas sin palabras / palabras sin sentido
    Diáfora
    Repetición de términos iguales o similares en la forma con significado diferente al final de dos o más unidades sintácticas o versos
    Ejemplos:
    Mora que en su pecho mora
    Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero
    Similicadencia o asonancia
    Combinación de palabras de la misma clase al final de los versos o frases, o cuando dos o más palabras cercanas tienen idénticos sonidos finales.
    Ejemplos:
    Por donde quiera que fui,
    La razón atropellé,
    La virtud escarnecí
    A la justicia burlé...

    Derivación
    Intensificación expresiva mediante la acumulación de palabras de la misma familia léxica
    Ejemplos:
    Traigo una rosa en sangre entre las manos ensangrentadas...
    Paralelismo
    Distribución de los elementos de la oración "en paralelo" en cuanto a longitud, formas gramaticales, estructuras sintácticas o cadencias rítmicas.
    Ejemplos
    Tus descuidos me maltratan,
    Tus desdenes me fatigan
    Tus sinrazones me matan.

    Calambur
    Juego de palabras que consiste en formar una nueva expresión aprovechando las sílabas de otra palabra.
    Ejemplos:
    Son los bizcondes unos condes bizcos.
    Quiasmo
    Ordenación de dos grupos de palabras de tal forma que el segundo invierte el orden del primero.
    Ejemplos:
    Cuando pitos, flautas,
    Cuando flautas, pitos.

    Interrogación retórica
    Preguntas que no esperan respuestas, constituyen afirmaciones o desahogos emocionales. Se enuncia una pregunta, no para recibir respuesta, sino para dar más fuerza al pensamiento.
    Ejemplos:
    Y si caigo,
    ¿qué es la vida?

    Exclamación retórica
    Expresión de sentimientos por medio de exclamaciones con la finalidad de dar emotividad al mensaje.
    Ejemplos:
    ¡oh noche que guiaste!
    ¡oh noche amable más que la alborada!

    Litote
    Negar lo contrario de lo que se quiere afirmar.
    Ejemplos:
    Ni un seductor Mañara,
    Ni un Bradomín he sido...

    Reticencia
    El verso o la frase aparecen incompletos.
    Ejemplos:
    Cuando estés al volver,
    Tus ojos mirarán hacia....

    Retrato
    Descripción física y moral de una persona.
    Etopeya
    Enumeración de las cualidades morales o espirituales.
    Prosopografía
    Enumeración de las cualidades o características físicas.
    Topografía
    Descripción de un lugar o paisaje.
    Símbolo
    Objeto o cualidad mencionados como reales, pero aludiéndose al mismo tiempo a otra realidad distinta. Como en la metáfora pura, un término imaginario, B, sustituye a uno real, A,; se refiere a una realidad de carácter espiritual, amplia y completa.
    Ejemplo:
    Ya luchan la paloma y el leopardo.